Los premios se instituyeron como voluntad final de Alfred Nobel, un industrial sueco e inventor de la dinamita. Nobel firmó su testamento en el Club Sueco-Noruego de París el 27 de noviembre de 1895. Quizás se sentía culpable por su responsabilidad como empresario enriquecido a través de una industria productora de dinamita cuyo principal mercado era la guerra. Ésa puede haber sido la motivación principal de su afamado testamento, quizás unida a la costumbre de realizar acciones para hacer trascender el nombre tras la muerte.
La primera ceremonia de entrega de los Premios Nobel en Literatura, Física, Química y Medicina se celebró en la Antigua Real Academia de Música de Estocolmo (Suecia) en 1901. Desde 1902, los premios los entrega el Rey de Suecia. Inicialmente, el rey Óscar II no estaba de acuerdo en dar el premio a extranjeros, pero se dice que cambió de idea al darse cuenta del enorme potencial publicitario para el país.