El didgeridoo es un instrumento de viento (o aerófono) ancestral utilizado por los aborígenes de Australia. Es un instrumento no melódico y polifónico, que emite una vibración grave y profunda, la cual puede ser modulada y dotada de ritmo.
En sus orígenes, el didgeridoo fue creado a partir de troncos muertos de árboles, principalmente eucaliptus, hueco por dentro. Al limpiar el tronco se obtiene un tubo largo, que se hace sonar haciendo vibrar los labios en uno de sus extremos. Esta vibración, al ser amplificada por las paredes del tubo, genera su fantástico sonido. Es posible modular la vibración obtenida, moviendo los labios y la lengua, o sumando a la vibración sonidos surgidos de la garganta.