Así como lo oye, las gaviotas lloran para eliminar sal de su organismo, misma que han consumido bebiendo agua del océano con una gran cantidad de sal.
Es común ver a numerosas gaviotas que revolotean en su búsqueda de bancos de peces o siguiendo a los barcos pesqueros a la espera de que éstos lancen sus redes. Algunas especies emprenden largas migraciones del Ártico al Antártico.