Desde hace 2.000 años, cuando Julio César creó el calendario que llamamos juliano, un año de cada cuatro es bisiesto, es decir febrero tiene 29 días en lugar de 28.
Pero ¿por qué el término “bisiesto”?
En los tiempos de Julio César, el primer día de cada mes se llamaba calendas, el séptimo eran las nonas y el décimoquinto día eran los idus. En lugar de decir 28 de febrero, los romanos decían primum dies ante calendas martias (primer día antes de las calendas de marzo). El 27 de febrero era el secundum dies ante calendas martias (segundo día antes de las calendas de marzo), el 26 de febrero, tercer día y así sucesivamente.