La voz pirata viene del griego πειρατης (peirates), que a su vez viene del verbo πειραω (peiraoo), que significa «esforzarse», «tratar de», «intentar la fortuna en las aventuras».
Este término es apropiado a las acciones llevadas a cabo por personas en embarcaciones y, desde mediados del siglo XX, en aviones, para retener por la fuerza a las tripulaciones y pasajeros, así como a los propios transportes.