La palabra Fósil proviene del latín fossilium y a su vez éste viene del verbo fodere que significa excavar. De ahí también la palabra Fosa.
En el siglo XVI la palabra Fósil sólo se refería a los minerales extrídos de la tierra. Pero fue hasta el siglo XIX cuando se popularizó su uso en sentido de vestigio de organismos ahora ya extintos.