Quizá los más veteranos recuerden aún la flor verde de ICQ, el sistema de mensajería instantánea que se popularizó en los noventa, cuando aún se navegaba con módem. Sin embargo para el 1999 nació el que revolucionaría la comunicación a través de Internet y que se convertiría imprescindible para los ordenadores de los más jóvenes: el MSN Messenger.
En un principio servía para mandar mensajes cortos, directos entre amigos, que poco a poco comenzaron a mostrar utilidades de trabajo, hacer vídeos, y hasta enviar los populares “emoticones”. Tras el lanzamiento del MSN Messenger, dos meses después, había 2,5 millones de usuarios. Seis meses después ascendieron a 4,5 millones de usuarios al mes.