Aunque no hay sustituto para el amor de madre, ésta mamá gato hace todo lo posible por darle el amor de madre que les hace falta a ésta cría de erizos.
Sonya, una gata jenjibre de Rusia, sólo tenía un gatito y leche de sobra, por lo que tuvo a bien adoptar a cuatro erizos. Ella los trata como si fueran sus hijos, de modo que los erizos se acurrucan en su pelo cuando terminan de comer.