Cuerpo delgado, patas alargadas, su tamaño rara vez superan los 15 mm, es la descripción de los culícidos (Culicidae) conocidos vulgarmente como mosquitos o zancudos.
Y son las hembras las que se encargan de chupar nuestra sangre, dejarnos ronchas y esa molesta sensación de comezón. Poseen piezas bucales que forman una larga probóscide preparada para perforar la piel y succionar sangre. Necesitan la sangre para poder iniciar el ciclo gonotrófico y poder hacer así una puesta de huevos. Por lo general, las hembras pican una sola vez para una ingesta de sangre. Salvo las que se encuentran en un estado de debilidad, esto hace que piquen reiteradas veces.