¿Qué piensas cuando oyes la palabra niebla?, ¿poca visión?, frío? Pues para el año de 1952, en Londres, significó muerte.
Del 4 al 9 de diciembre de ese año mató a 12.000 personas. Esto debido a una combinación de un ambiente frío y húmedo con el dióxido de azufre, el hollín y el dióxido de carbono.
Aquellos con problemas respiratorios fueron los primeros, en su mayoría niños y ancianos. Claro que estar sanos no fue garantía, pues la exposición prolongada de estos elementos acabo con la salud de otros tantos.
Si sumamos a esto la delincuencia generada por los ladrones oportunistas, no es raro imaginar el caos total en el que se vivía.
Uno de los más fríos inviernos para Londres, algo triste ¿verdad?
Fuente: Muy Interesante