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Científicos americanos curan el daltonismo con una terapia génica

Cualquier niño de un jardín de niños puede distinguir entre colores como el rojo, verde y el marrón, es cosa de niños. Sin embargo para una persona con este problema eso es algo imposible. Desgraciadamente en la actualidad no existe tratamiento alguno para corregir este defecto genético que padecen mayormente los hombres. Aunque puede que se consiga muy pronto.

mono-daltonismo

Investigadores de la Universidad de Washington y Florida, en Estados Unidos, han probado con éxito una terapia génica que corrige el defecto de forma definitiva. Mediante un virus seguro los investigadores transportaron los genes correctores y devolvieron la capacidad de distinguir colores. Este experimento se publico en la revista Nature y solo se ha probado en monos ardilla, ya que al igual que las personas daltónicas no distinguen el color rojo y el color verde.


Este experimento además de que pudiera ser una solución para personas daltónicas, representa mucho mas pues ha demostrado que es posible añadir nuevas capacidades sensoriales a un cerebro adulto y, sobre todo, abre una puerta esperanzadora al tratamiento de graves defectos visuales. Desde la degeneración macular asociada a la edad, hasta la pérdida de visión por diabetes.

Si encontramos la fórmula para hacer este tratamiento sin riesgo en humanos, como hemos conseguido en monos, pensamos que habrá muchas personas dispuestas a corregir sus problemas de visión con esta estrategia», asegura Jay Neitz, autor principal del estudio.

Dalton y Sam, de la misma raza que «Señor Nielsen», el mono de Pipi Calzaslargas,aprendieron un test de colores, similar al que se utiliza en las escuelas infantiles de todo el mundo para que los niños aprendan los colores. El test se empleó antes y después del tratamiento. Sólo después, Dalton y Sam lograron distinguir entre el rojo y el verde. La inyección de genes correctores logró que la retina de los monos fabricara una sustancia llamada opsina, implicada en la fabricación de ciertos pigmentos visuales con los que se puede distinguir entre el rojo y el verde. La estrategia funcionó cinco semanas después del tratamiento, afirman los investigadores.

Estas nuevas investigaciones demuestran que el cerebro puede reorganizarse incluso con información nueva. Esperamos que esta nueva investigación sea una gran ayuda para aquellas personas que son afectadas por este mal.