Se trata de una adolescente gigante, sí la más alta del mundo pues mide 2,07 metros y todavía puede crecer más. Malee Duangdee, del este de Tailandia pesa 127 kilos, desde muy pequeña supo que sería diferente pues crecía mucho más rápido que los niños de su escuela.
A la edad de nueve años su madre, Ji, de 40 años, la llevó con un médico, porque se dio cuenta de la diferencia entre su hija y sus amigos y quería asegurarse que no había nada realmente mal con ella.
Los médicos encontraron un tumor cerebral que presiona un nervio. Esto provocó un desequilibrio hormonal, que significaba que ella nunca dejaría de crecer y ahora debe colocarse una inyección de £ 2,000 cada tres meses, para controlar su crecimiento.
Su altura le ha traído problemas a la muchacha de 18 años de edad, mientras estaba en la escuela, sufrió mucho por las bromas pesadas y tiene recuerdos de toda una vida de soledad.
Como resultado de su tumor cerebral Malee ha perdido la vista. Su madre dijo que tratan de hacer todo lo posible por su hija, pero tiene muchas dificultades financieras.
Las inyecciones realmente la ayudan a controlar su crecimiento, pero son muy caras.
Malee se registró oficialmente en el Libro Guinness de los Récords, como la chica más alta en enero del 2009, según publica dailymail.
Claro, quizá no sea el mejor título que tenga, pero tal vez la fama le sirva para que más personas deseen ayudarle, ¿no crees?
