Así es, se trata de una enfermedad transmitida por los hongos que está infectando a algunas serpientes. Esta enfermedad hace que se formen costras en la piel de la serpiente, los ojos se nublen y las caras se hinchen.
En la Sierra Nevada, California, fue descubierta una serpiente real con esta enfermedad. La serpiente que estaba demacrada y sufriendo fue llevada a un centro de cuidado para animales de vida silvestre. La piel desgarrada de su rostro y sus ojos nublados la hacían parecer mas bien una momia que una criatura viva.
En 2008 por primera vez se dieron cuenta de la existencia de la enfermedad fúngica. Descubrieron que un hongo llamado Ophidiomyces ophiodiicola causa la infección. Se han encontrado a 30 especies de serpientes con este padecimiento en Estados Unidos y Europa, así como en una provincia de Canadá.
¿Cómo se contagian?
Rozando su piel con la del hongo, o con el contacto físico de las serpientes infectadas. Una infección grave hace que la piel se vuelva protuberante y mude de piel varias veces, además su rostro comienza a desfigurarse. Las serpientes enfermas descansan en lugares abiertos donde son presa fácil de depredadores y vulnerables a los elementos.
El hongo es una de las causas principales de la infección, pero creen que los cambios ambientales pudieran estar detrás de muchas infecciones graves que afectan últimamente a las serpientes.
Esta nueva amenaza para las serpiente no es peligrosa para los humanos.
¿Lo sabías?
Fuente: LiveScience