¿Qué será de nuestro futuro? A la mayoría de nosotros, si no es que a todos, nos gustaría saber qué pasará en algunos años, cómo será la vida. Como reflejo de este deseo existen películas y obras literarias que están cargadas de visiones futuristas de la vida, aunque a veces parecen muy descabellas, algunas se convierten en realidad.
Hoy veremos algunos ejemplos de que eso puede suceder, échale un vistazo a esta pequeña lista…
1) Tarjetas de crédito y la televisión
En 1887, Edward Bellamy describía en su obra Looking Backward, ambientada en el año 2000, una tarjeta que sería emitida por el banco y serviría como un mecanismo de pago haciendo a un lado el dinero en papel. Además de ello, habló de un dispositivo utilizado para ver y escuchar conciertos en el hogar, hablamos del televisor. Afortunadamente no tuvimos que esperar tanto para verlos hechos realidad.
2) Video Chat
Para 1911 el escritor Hugo Gernsback pudo predecir el uso de tecnologías como Skype y FaceTime, pues en su novela Ralph 124C 41+ describió un dispositivo llamado “telephot” que permitía a las personas verse mientras se hablaban desde largas distancias. Hay que señalar que Gernsback es uno de los considerados padres de la ciencia ficción, según explica el Ojo Científico.
3) El hombre llega a la luna
En julio de 1969 el Apolo 11 llegaba a la Luna cumpliendo así las palabras del escrito Julio Verne, que 104 años atrás explicó el suceso de manera específica. Es curioso, pero ya que los hechos coincidieron en numerosos detalles que dio el escritor, quienes tienen teorías conspirativas aseguran que todo el montaje de la llegada del hombre a la Luna se basó en la novela de Julio Verne.
4) Los antidepresivos
Claro, también en la medicina hubo quienes se adelantaron a su tiempo, y es que en 1931 Aldous Huxley ya soñaba con una droga que era capaz de “levantar un muro impenetrable entre el mundo real y la mente de sus usuarios”. En su novela, “Un mundo feliz”, Huxley describió una droga que empezaría a usarse y estudiarse hasta 1950.
5) Las redes sociales
Pues si para 1902 ya se había vislumbrado algo del concepto de Facebook, no es de extrañar que para 1977 J.G. Ballard pudiera imaginar que para la última parte del siglo XX las personas dispondrían de una manera electrónica de hablar de sus acciones diarias, para luego sentarse por las noches a ver las imágenes, las frases inteligentes, las expresiones más afectuosas, etc., de lo que se hubiera puesto. Un espacio donde cada uno de nosotros sería la estrella.
¿Qué tal esto? Más interesante aún ¿qué otras cosas te gustarían que saltarán de la imaginación a la realidad?
