Los loros pueden imitar con gran expresividad y aprender con precisión el habla humana y los sonidos de su entorno. La cuestión ahora es ¿comprenden lo que dicen o repiten por repetir?
Su habilidad para imitar y repetir con gracia una multitud de sonidos es su siringe, una caja ósea, formada por anillos ensanchados y fusionados, situada donde la tráquea se divide para formar los bronquios.